El poder limitante de la envidia. ¿Por qué malgastar esa energía?
La envidia puede ser una de las emociones más limitantes que existe junto con el miedo. A mi entender la persona que sufre de envidia no sólo desea lo que tiene el otro, desea ante todo que al otro le vaya mal.
No nos engañemos. La “envidia sana” no existe. Es un eufemismo. Otra cosa muy diferente es que seas capaz de focalizar ese sentimiento hacia áreas de mejora personal. La envidia como tal es el deseo de poseer y de despojar al otro de esa posesión (material o no). Es puro resentimiento y rabia y eso nunca es sano.
La persona envidiosa desea lo que no tiene y eso le provoca tristeza, frustración e ira. Incluso puede llegar al odio más extremo.
Las relaciones personales que se establecen en el ámbito profesional son un excelente caldo de cultivo de la envidia. Siempre, y digo siempre, habrá alguien que envidie a otro. Es una emoción humana difícil de controlar y dirigir. Pocas personas se alegran de que a otros les vaya bien y tengan éxito. Eso requiere de una madurez y de unos valores superiores a lo meramente superficial.
Sólo el que ama a la vida, la belleza de lo simple y practica la generosidad y gratitud como leitmotiv de su vida puede superar ese sentimiento de amargura y dolor que provoca la envidia.
El que es envidioso casi nunca lo acepta y de hecho lo niega. Es muy difícil aceptar que carecemos de algo y que además deseamos el mal del otro para obtener lo que nos falta.
¿Eres envidioso? Mejora tu autoestima y valora tus capacidades. Analiza y pon en valor tus puntos fuertes. Pon el foco en ti y concéntrate en lo que puedes conseguir con tu esfuerzo sin compararte con nadie. Intenta aprender del otro en lugar de envidiarlo. Observa su comportamiento y sus actitudes con ánimo de superarte y mejorar tu situación. Responsabilízate de lo que no te guste de ti e intenta cambiarlo. No gastes energía envidiando mejor gástala aprendiendo y mejorando.
¿Sufres la envidia de otros? Para empezar el problema no es tuyo es de la otra persona. No entres en su juego y no te enfrentes al envidioso. Gastarás energías y seguro que lo niega. Intenta ser amable y no lo tomes como algo personal. Si la persona es cercana no demuestres ningún tipo de interés hacia esas actitudes envidiosas. Si la persona no es cercana es mejor alejarse y no tener ningún contacto. Recuerda que la energía negativa se contagia.
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